¿A quién no le ha tocado escuchar esta frase?… Y es que es bastante común que en algún minuto de la infancia o adolescencia a nuestros hijos, sobrinos, nietos, hermanos u otros, les baje la pataleta cuando los enviamos al baño a cumplir con esta tarea; pero ¿Por qué pasa esto? Bueno, al igual que con cualquier otro hábito, como ducharse, cortarse las uñas, irse a dormir, etc. algunos niños se rebelan ante el cepillado de dientes comenzando una batalla campal por conseguir el objetivo.
Aquí les dejo algunos consejos para manejar esta situación:
Comienza con el hábito lo más temprano posible! la higiene bucal comienza incluso antes que la aparición de los dientes, debemos acostumbrar a los niños a tener el cepillo u otros elementos de higiene adecuados para su edad en la boca, si aún no le han salido los dientes intenta con una gasa húmeda enrollada en el dedo, si ya tiene dientes un cepillo de cabeza pequeña y suave es lo ideal.
Convierte el cepillado en un momento familiar y lúdico: Preocúpate de que tu hijo esté presente cuando sus hermanos y/o papás se cepillen los dientes, de esta forma al ver que todos lo hacen, será mas fácil comprender que él también debe hacerlo. Inventa canciones y/o bailes del cepillado, organiza competencias de quién tiene más limpios los dientes, haz un calendario semanal donde puedan ir marcando cuántas veces se cepilló al día y qué tan bien lo hizo, stickers, dejarlo elegir el menú de una comida, alguna salida entretenida, leerle un cuento o que el elija su cepillo de dientes nuevo, son buenos premios si ha ido logrando el objetivo.
No te rindas!!!: muchas veces la tarea no es simple, y perdemos la paciencia, pero lo peor que podemos hacer es “darles en el gusto” y decidir no cepillarle los dientes, esto trae consecuencias negativas directas en la salud bucal como inflamación de las encías (sangramiento), caries, etc. por lo tanto debemos insistir en conseguir limpiar su boca. Cuando te sientas sobrepasado pídele ayuda a otros, hermanos/ papá/ abuelos/ etc.
Por último ten en cuenta que algo puede que le este molestando o doliendo, puede que se encuentre en proceso la erupción de un diente o que tenga alguna lesión en la boca y por eso evite el cepillado, o quizás no estamos utilizando los elementos de higiene correcto.
Las visitas al Odontopediatra deben ser regulares y desde temprana edad, de esta forma se podrá prevenir o detectar cualquier anormalidad junto con adaptar al niño a las visitas al dentista para tener mejores resultados a largo plazo, y anímate! si tú vas al dentista o algún hermano, abuela o primo atrévete a llevar a tu hijo/a para que se sienta familiarizado con la experiencia, en Clínica Odontológica el Mañio contamos con todas las especialidades y un ambiente cálido donde los niños son protagonistas y pueden desenvolverse con naturalidad!